¡Buenos días! Ya es viernes, el último día de trabajo por lo general. Sin embargo, ayer una amiga mía se sintió muy mal, ya que una persona importante para ella la había fallado. Sus padres opinaban que era una mala influencia, y ella me dijo que no iba a volver a perder el tiempo con gente como ella.
Sin embargo, decidí darla mi punto de vista. Y es en esta entrada donde os explicaré porque las segundas oportunidades son capaces de cambiar todo nuestro mundo para siempre.
Lo primero, es que sí te has sentido decepcionado por una persona debe tener un comienzo. Que te copie, que solo te quiera por interés o que tú pienses que te tienen envidia, por ejemplo. Y seguramente TODO SEA CIERTO, sí, así como te lo digo.
Si esa persona ha sido tu amiga y te ha decepcionado, explícale porque te hace sentir mal, que es lo que no te gusta de ella o que no vas a volver a permitir que te haga.
Déjale claro que no vas a ser una marioneta para que te use. NUNCA.
Sé firme, y díselo sin mayor temor. Si no, tanto tu como esa persona terminareís sufriendo, ya que tu sentirás que te ahogas si te lo guardas todo en tí misma. Y si luego esa persona lo descubre, se sentirá muy mal.
Y cuando le digas lo que piensas, si de verdad te aprecía, tal vez pida perdón y se esfuerce en cambiar, o tal vez no le importe. Se sentirá cohibido, ya que no se lo van a esperar. Ten en cuenta que si alguien se sintiese decepcionado de tí, tú te sentirías bastante dolido. Se va a sentir muy confusa.
Así que yo te recomiendo hablar con esa persona. Sobretodo si habeís sido amigos durante mucho tiempo. Habéis compartido muchas cosas, buenas y malas. Sin embargo, los humanos tendemos a memorizar más las cosas malas y relacionadas con el miedo que las malas, así que cuando muchas cosas «malas» se acumulan, tachamos a una persona como «mala influencia o una mala persona, rara». Básicamente porque vemos sus imperfecciones. Todos somos diferentes, y esa persona que te ha decepcionado te ha enseñado únicamente una parte mala de sí misma, no todo lo que te puede entregar.
Tú mejor amigo podría haber sido tu peor enemigo si solo hubieses conocido su lado malo. Todas las personas tenemos cosas que descubrir.
Si te ha decepcionado, es que esperabas mucho de esa persona, y al final ha resultado ser algo que no parecía en un principio. Tal vez el problema es que no has buscado lo suficiente en su interior. Las personas no somos como nos intentamos mostrar, ya que comúnmente tendemos a mejorar nuestra apariencia o personalidad según como nos han tratado en el pasado o como queremos mejor. Así, tú también mientes continuamente, intentando ser alguien que no eres con personas que conoces menos, para caer mejor. Y lo hacemos inconscientemente, ya que desde pequeños siempre nos piden que encajemos en la sociedad.
No somos la pieza de un puzzle. Existen muchos puzzles, así que no intentes pertenecer a esa gran puzzle de lo común, busca ese pequeño puzzle en el que de verdad encajas.
Tendemos a pensar que las personas deben de ser perfectas, y cuando vemos varias cosas que nos parecen mal o imperfectas, inmediatamente las tachamos como «mala influencia», pero si te das cuenta, nunca decimos que estas personas «malas» sean FALSAS.
Hay veces que la perfección es la peor imperfección de todas. Esa supuesta perfección es la falsedad. Un amigo con miles de defectos te es sincero en sus opiniones, en sus acciones, como un niño diciendo lo evidente.
¿Por qué son importantes las segundas oportunidades? Para mi es bien simple. Nunca somos capaces de ver a la persona oculta de verdad en la cabeza de esa persona, ni ella misma se conoce. Pero merece la pena descubrir como podría ser si le perdonásemos, como sería si tuviésemos confianza.
Odiar a una persona por una decepción es una tontería, algo absurdo. Y aunque hay gente que se lo toma muy apecho, yo continuaré recomendando aprender a perdonar
Las mejores personas que he conocido me decepcionaron al principio, me defraudaron. Pero seguí adelante, por qué algo me llamaba la atención de ellas.
Todos somos especiales, y el futuro es muy indeciso. Así que recuerda perdonar.
Pero, al final, todo es tu decisión.
Así que recuerda: decide bien.